26 noviembre 2008

Volver...

Después de... no sé, hace mucho tiempo que no escribo y mucho más que habría deseado no hacerlo.

Creo que volveré, poco a poco. No sé si escribiré lo mismo que escribía, pues al fin y al cabo hace tiempo que no soy lo que fui durante un tiempo. Gracias a Dios he vuelto a ser quien era cuando le conocí y gracias a Dios también he conocido a alguien que no sólo no me absorve, sino que potencia mi alegría al infinito, tanto que hay veces que me quedan marcas de tanto reír. Sí. Resulta que se me hace un plieguecito en el labio de arriba cuando río, y me lo noto en la encía todo el día....

Sé que la tristeza que ahora pueda invadirme no es de dolor, ni sufrimiento, ya no conozco lo que son esos sentimientos. Es, quizá, porque lo tengo algo lejos de mí. Su profesión, la mía... Cosas de la vida que nos hacen más fuertes. Y ¿sabéis por qué? Porque es maravilloso pasar toda una hora enganchada al teléfono, aunque sea en un balcón en Madrid, a unos 5 grados, mientras todas mis amigas hacían botelleo en la habitación del hostal... Es maravilloso...

Sí, lo es cuando decide hacer más de mil kilómetros tan sólo para verme cuatro horitas y tener que volver...

Y lo es más cuando sé que pronto volveré a tenerlo...