27 noviembre 2007

Otros momentos

(Copiándome, un poquito, de alguien a quien admiro.)
Hay momentos que me hacen sonreír, estremecerme, respirar profundamente y aliviada y sentirme por un momento infinitamente feliz. Esos momentos que pasan inapreciables pero que marcan en buena medida nuestros días. Estos son algunos de ellos:

- Encontrar rápidamente las llaves del coche mientras llueve con una fuerza descontrolada.
- Escuchar a mi sobrino decir mamá o papá e intentar darme un beso a la vez que balbucea "muaa".
- Preparar un bizcocho y que no se queme.
- El instante previo a un beso.
- Ver a un amigo después de mucho tiempo y que lo primero que me diga sea "te escuchaba en la radio". Mejor aún si sabe de qué hablabas.
- El misterio que conlleva la espera en una sorpresa o un regalo.
- Estar en casa, sentada en el sofá, tapada con una manta y riéndome por tonterías con mis compañeras de piso.
- Cuando él me mira y sonríe mientras habla con un amigo y le dice que soy yo.
- Un mensaje de buenos días o una llamada de buenas noches.
- Hacer reír a mi gente con las tonterías que hago.
- Ver como se divierte y te sigue con la mirada un niño tras sacarle la lengua o hacerle algún gesto gracioso.
- Saber que hay alguien que está contigo aunque antes no me haya portado bien con él/ella.
- Recordar las acampadas y excursiones al monte con los amigos, aunque siempre se me caiga alguna lágrima.
- Pasar por una calle o un bar que me recuerde tiempos mejores.
- Reírme tan fuerte que me duelan las mandíbulas.
- Pegar saltos y cantar mientras mis compañeras de piso se ríen y me dicen que les encanta verme feliz.
- Despertarme en medio de la noche y darme cuenta de que aún me quedan algunas horas para dormir.
- Hacer un regalo a un amigo y luego observar la expresión de su rostro mientras abre el paquete y descubre que contiene el regalo que tanto deseaba.
- Encontrar en el coche la cartera del chico que me gusta...

26 noviembre 2007

Lo odio

Sí, lo odio. No puedo con él, pero ni con él ni con la gente a la que le gusta. Me parece horrible que haya gente que después de su medio buena actuación en OT siga detrás de su carrera profesional. Porque vamos, la patadita y la vuelta se le daba muy bien, los gallitos también, pero realmente es normal que tenga tantos fans?
Os juro que lo odio. Es que no puedo con sus rizos (gracias a Dios se los quitó) y sus canciones. Es... cómo diría yo... una mezcla entre Alejandro Sanz (que me encanta) y Melendi (al que casi odio). De verdad que no lo entiendo, pero vamos, hay gente pa to.
En fin, aquí me quedo, viendo Gran Hermano (no sé qué es más patético) y escuchando a un grupillo de gente encerrada en una casita de la leche que no tiene que hacer nada más que dormir, comer y jugar a la play. Ya no tienen ni que hacer pruebas físicas, sólo de vez en cuando, y encima sólo las hacen si tienen ganas y no les queda comida, que si no...
Bueno, que me asquea hablar de esto, aunque reconozco que lo veo.

24 noviembre 2007

Sola nunca, nunca estarás...

Desde bien pequeña soñaba con ser, con hacer, con tantas cosas... Quería que todos me escucharan y me hicieran caso, porque claro, yo tenía toda la razón. Tenía planeado cambiar las cosas, ser una gran mujer que luchara por las injusticias del mundo, pero mirad en lo que me he quedado...
Muchas noches me encerraba en mi cuarto y me pasaba horas escuchando música, leyendo o simplemente tirada en el suelo, con la espalda apoyada el lateral de la cama, mientras que pensaba en todo lo que no estaba consiguiendo hacer.
Poco después me di cuenta de que mis ilusiones no tenían sentido, de que estaba sola para luchar mucho. Y sí, me puse a llorar. Noches enteras pasé llorando porque me había dado cuenta de que yo no era más que una simple niña. Desde entonces a veces lloro porque dejé de soñar a los 15...

"No estarás sola,
vendrán a buscarte batallones de soldados
que a tu guerrilla de paz se han enrolado.
Y yo en primera fila de combate
abriendo trincheras para protegernos, mi guerrillera.

No estarás sola,
te saludarán a tu paso en mil idiomas, con mil lenguajes,
la gente a la que despertaste en cada viaje,
los que dormían en las calles,
a los que preguntaste, por su esperanza, por su desastre.

No habrá distancias que no cubra cualquier hombre que te busque.
No habrá rincón en que tu nombre no se pronuncie.
No habrá misterio o duda en que tu presencia no luzca,
faro solidario en ausencia de paz,
en tiempos difíciles Estrella Polar."

(Ismael Serrano)