12 agosto 2008

Cambiar de piel

Poco a poco todo fue muriendo dentro, hasta lo eterno se quedó sin vida mientras yo soñaba con seguir volando en esta mierda de día a día.
Creía que me amaba cuando decía "te quiero", que me deseaba cuando sin venir a cuento me desnudaba sin pensarlo, me hacía sentir tan dentro que terminaba muriendo un poco cada vez. Creía que él me daría la vida, cuando lo único que hacía era quitármela despacio. Despacio e intensamente, porque no creo que exista nadie más cruel que el que dice amar cuando lo único que hace es situarse en el sillón para ver y dejar hacer.
Supongo que fue mi culpa creer que me amaba, que estaba ahí, como yo. Supongo que soy la anciana que cruza sin mirar, intentando dar un paso tras otro. Que soy como el bebé que llora para que venga su madre. Supongo que al final perdí yo.
Pero hay cosas que no pueden cambiarse, que nacen y mueren y vuelven a nacer (si se deja, claro). Aunque ya nada tiene sentido. Ni el "te quiero", ni el abrazo, ni los besos, ni la pasión.
Al final tenía razón la puta esa que me dijo que me quisiera yo. Al final tenía razón el muy cabrón que me dijo que sería eterno mientras durase. Al final tenía razón el mundo entero cuando me hizo odiarlo al primer "bofetón" (sin pensar mal).
Después de hundirme lenta y profundamente en mi soledad, sólo me queda emerger de ella. Subir un poco a la superficie, tomar aire y volver a bajar. Nada más. Sólo eso.
Quizá robe besos en la noche. Quizá me acueste con algún tontazo cada día. Quizá me intente quitar de encima esta desazón.
Entre papeles mojados, conversaciones infinitas, palabras sólo nuestras, noches sin dormir a su lado, fotos de algún momento y poco más sigo muriendo ahora. Pensando sólo en él y en la fuerza de sus palabras.
Al final yo le amo y él a mí no.

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

La fuerza de sus palabras. Tú lo dices.

Thedarksunrise dijo...

Cambiar de piel es complicado, pero a veces, necesario. Si la piel que llevamos está muerta, es insano no cambiarla por una nueva. Ánimo y besis.