29 abril 2008

Ganas de vomitar

Vomitar. Hay muchas cosas que me dan ganas de vomitar. Desde una mala crítica hasta un guiño.

Dedico ratos a pasear y perderme entre la gente, buscando extraordinarios momentos que recordar. Sin embargo, continuamente me encuentro, sin querer, cosas que me estremecen, me encogen el estómago y hasta me violentan.

La falta de respeto o la incomprensión me hacen muy vulnerable, me ponen los nervios a flor de piel y me quitan el sueño.

Poco a poco aprendo a vivir con eso, pero me inquieta seguir viendo todo esto a mi alrededor.

Maravilla y desilusión. Contrapuestos y unidos. Un horror.

3 comentarios:

José Alcaraz, 1983 dijo...

Un horror, sí. Sobre todo cuando se confunde la mala educación con tener carácter. Y lo peor es el egoísmo, la gran epidemia de estos tiempos que corren.

(Salud)os!

Duckland dijo...

No son pocas las horas nocturnas que he pasado en mi tejado, escuchando a tu homónima, pequeña Luna, y alejándome todo lo posible de la nausea y el hedor.
Ahora soy mala, eso dicen.
No podía pasar toda la vida subida al tejado, me dijeron.
Ahora dicen que soy mala y camino entre los hombres. Pero la nausea y el hedor persisten...
Si encuentras solución, cuéntamela.

Un (b)eso.

Luna dijo...

- Conde Niño: La mala educación, el egoísmo, la discriminación, el odio, la maldad, la envidia... Hay muchas cosas con las que se hace daño y aún mucha gente no lo sabe.
Gracias por tu visita, te espero por aquí!!! Besitooos

- Duckland: La solución es muy sencilla, aunque también muy difícil para algunos. La bondad.
El odio es algo pasajero y que no tiene sentido al fin y al cabo. Al principio me costó entenderlo, pero poco a poco me he dado cuenta de que todo eso no tiene sentido.
Creo que la mejor solución es dejarlo estar.
Muchas veces me hicieron daño (y me lo siguen haciendo constantemente y muy fuerte). El desprecio, el regalar el oído, el preferirlos a ellos, el... Son tantas cosas las que me hacen daño que sólo me dedico a aguantar. Creo que la paciencia es el mayor regalo que te pueden hacer y que puedes hacer. Al principio cuesta, ya te digo, pero después dejarás de ser mala (como dices) y verás las cosas desde otro sillón.
Si quieres cambiar de camino, quizá éste sea el primer paso.
Besitoosss. (por cierto, me gusta verte por aquí)